CHERCHEZ LA FEMME!
Roma. Noche del 6 al 7 de noviembre del año 63 a.C. L. Sergio Catilina, tras alguna que otra intentona fallida y después de haber sido derrotado de nuevo en las elecciones para el consulado, se dispone a dar el golpe de Estado por el que se hará famoso.
La reunión donde se ultiman y deciden los detalles de la conjuración tiene lugar esa noche. Entre los planes de los conjurados figura el asesinato de uno de los cónsules, M. Tulio Cicerón. Como cualquier sufrido estudiante de latín sabe, tanto el putsch como el magnicidio serán abortados. En su fracaso será decisiva la diligencia y la buena información de Cicerón. Sí, el gran cónsul está al tanto de toda la trama.Tan es así que en la reunión del Senado que tiene lugar al día siguiente y durante su furibunda invectiva (Quousque tandem abutere, Catilina,...) contra Catilina, allí presente con toda su desfachatez, se permite decir que tuvo noticia exacta y pormenorizada de lo decidido tan pronto como terminó el conciliábulo de la víspera.
¿Cómo pudo enterarse el Arpinate de todo y tan rápido? El orador y político oculta sus fuentes, el historiador nos las desvela. Oigamos a Salustio:
En efecto, desde el principio de su consulado [Cicerón] mediante abundantes promesas, había conseguido, a través de Fulvia, que Curio [uno de los conjurados] le descubriese los proyectos de Catilina.
Pero, ¿quién era esta Fulvia? El propio Salustio lo refiere:
Tenía de antiguo [Curio] trato deshonesto con una mujer noble, llamada Fulvia; y, viéndose menos favorecido de ella, porque su penuria no le permitía grandes dispendios, empezó de pronto, ufano, a prometerle el cielo y la tierra.(...) Mas Fulvia, una vez conocida la causa de tal cambio, no silenció tamaño peligro para la República, sino que, callando el nombre de su informador, relató a muchos con detalle lo que sabía de la conjuración.
Madrid. Nueve de agosto de 1932 p. C. En los cuadernos extraviados de los diarios de Manuel Azaña que, ya recuperados, han sido publicados hace unos meses, se puede leer lo siguiente sobre los momentos previos al levantamiento, protagonizado por algunos militares con el general Sanjurjo a la cabeza, contra el gobierno republicano, presidido por el propio Azaña :
He ido a las Cortes como de costumbre [...] Llegó Casares y me dijo que estaba allí el director de Seguridad y que necesitaba hablarme.
Nos reunimos los tres solos, serían las seis de la tarde. Menéndez, que es muy locuaz y acalorado, me refirió que, según las últimas confidencias, el golpe es para esta noche, en Madrid. Se proponen asaltar el Ministerio de la Guerra y la Telefónica. La confidencia procede de una mujer, amante de uno de los oficiales comprometidos; no es la vez primera, a lo que entiendo, que se relaciona con la Dirección General. La mujer ha delatado para que a su amigo no se le haga ningún daño[...].
Recibida hoy mismo la última confidencia, se han practicado algunas comprobaciones que demuestran ser ciertos los informes. Por ejemplo: dijo la mujer que esta tarde, a las cinco, tenían una reunión en un café varios conspiradores, algunos conocidos, cuyos nombres dio. La policía ha observado que, en efecto, se han reunido quienes y donde dijo. No es pues una embustera. También ha anunciado que esta noche, a las doce, se reúnen, en un piso del número 9 de la calle Bárbara de Braganza, cuatro o cinco personasque vienen para este asunto.Esto es fácil de comprobar. Sabemos también la hora del golpe: las cuatro de la madrugada...
Hasta aquí los hechos. Es seguro que, entremedias, ha habido varios ejemplos parecidos. Casi dos mil años de Historia de la Humanidad los separan y, sin embargo, el elemento común es el mismo. ¿Habrá todavía ignaros o, mejor, ingenuos que sigan pensando que las féminas no han tenido ningún papel relevante en la Historia con mayúscula, aunque lo hayan desempeñado con publicidad minúscula? Juzguen los lectores modos y maneras, motivaciones y métodos.Ahora bien, por si acaso, ante más de un enigma histórico, empiécese por el principio: Cherchez la femme!!
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